domingo, 29 de noviembre de 2015

"LAS MUERTAS" de Rosa Díaz. ACTO DE PRESENTACIÓN








Está la izquierda bajo mi cabeza 
y su diestra me abraza.

Cantar de los Cantares, 8, 3


       De la mujer que duerme
       
Sonrió con incredulidad, 
como Sara cuando vio pasar el vaticinio de su alumbramiento 
delante de su tienda.

Se había relajado en los afeites. Guardó el óleo de la mirra.
Dejó de ponerse la alheña en el pelo
y de separar las piernas para el que envejeció.

¡El que llegaba ahora, era tan mayor y tan comprometido
cuando la vida los hizo coincidir,
que rechazó sus ojos y dobló su recuerdo…! 

Se enteró de su muerte 
cuando el hombre santo dijo su nombre
y vio pasar llorando a todas las mujeres de su casa.

Quizás por eso sonrió incrédula, o tal vez sería 
porque él regresaba desde su mejor edad: 
                                                                        
                                                      Le cosió los besos en sus labios,
lo condujo a la casa de sus padres,
a la cama donde lo vinieron a concebir.

Separó su vestido, sintió la prisa de su corazón,
succionó el grano dulce de sus frutas,
agitó el pistilo de la escondida orquídea de su sexo.
Hizo rebozar el pozo de la carestía, propició el arcano
y entró al sendero como ave en el nido,
como pez en el agua nadando a lo profundo;
balanceándose, 
huyendo, 
contaminándola con su cadencia
hasta el golpeteo de los relámpagos y los rayos,
hasta la rendición del último gemido.

A la mujer que no tiñe su pelo con alheña
y luce su edad como una joya,
la cubrió el guardado en los pabellones de la muerte, 
el que oculta el tiempo en otro tiempo, y en el sueño encuentra lo que  no tiene fin.

Tomó en prenda su manto y se lo devolvió al amanecer. 
Y dormida la dejó sin romperla ni mancharla: 
                                                                                Limpia su alma, 
limpia la sábana de su ajuar.


Rosa Díaz

Del libro, Las muertas
Editorial Zurgai, Bilbao, 2015
      
       

martes, 17 de noviembre de 2015

SOLEARES RODKABILLYS II



Un concurso de traslados vino a adjudicarme  plaza de docente en un pueblo de una comarca agrícola de Huelva, en donde la fresa, vino  a sumarse al jamón de la sierra y a la gamba de la costa y así conformar el triángulo mágico de productos gastronómicos de esta provincia. Fue en los años 60 cuando un empresario sevillano  introdujo las primeras matas traídas de California y emprendió su cultivo en esta tierra que por su fertilidad y  microclima (muchas horas de sol en primavera y una escasa oscilación térmica entre el día y la noche), desde entonces hasta hoy son miles de hectáreas destinadas a este cultivo y toneladas de fresas las que salen de estos campos. Como la campaña de este producto dura solo unos meses, recientemente se han introducido otros cultivos también de frutos rojos, la frambuesa, la mora y los arándanos, que ni olemos ni saboreamos aquí porque de las matas van directos a Centroeuropa. Esta enorme producción atrajo la mano de obra migrante, a la primigenia marroquí se sumaron los procedentes de Rumanía, orígenes que conforma básicamente el casi 20% de la población de procedencia extranjera en esta localidad.

Cuando yo (y cualquiera) llegué allí y me dieron los listados de los grupos asignados, pasar los nombres extraños de los alumnos-as al cuaderno fue el primer contacto con el mapa variopinto que luego me encontré en las aulas. La evidente desventaja de la que parte el alumnado extranjero hace que se ejerza la empatía natural e innata, esa cualidad que la traslada a una misma a una banca donde pasa seis horas del día de lunes a viernes en un lugar donde te cuesta comprender el idioma y donde eres minoría. Así, estos jóvenes para mí fueron mis debilidades y rápidamente me hice de su conocimiento y confianza. 

A mí me gusta salir del centro cuando tengo un hueco. En los primeros días de este destino, localicé un bar en la travesía que me pilla cerca y está situado en una esquina donde a media mañana da el sol. Y desde entonces, un día de la semana cambio la cafetería del centro y la compañía de los colegas y me tomo el café en su terraza, por el gusto a airearme, compartir otras conversaciones, y nutrirme de vitamina D. Me gusta estar al día de lo que ocurre en el pueblo, y su dueño, un hombre de mi edad que después de tantos años puedo considerar amigo, me pone al día a la respuesta de "Alfonso, ¿alguna novedad esta semana?". Por él sé a cuánto está el jornal en la temporada, cómo funciona la economía sumergida, hasta dónde llegan los índices de subsidiados en el pueblo, por qué este pueblo está dividido en dos hermandades y la competencia que tienen entre ellas, le enorme afición a la caza de aves, la importante cría caballar y su comercio, a cuánto está un caballo domado o sin domar, las pequeñas mafias que se están formando y que todo el mundo conoce pero se mira a otro lado, o saber que los empresarios prefieren contratar a mujeres porque al ser necesario estar a ras de tierra para la recolección, la constitución de las caderas y la flexibilidad de la mujer,  hace que se quejen menos y puedan echar más horas... en fin, cosas todas que como se puede apreciar invitan a la depresión... Pero a mí me me gusta conocer el contexto por curiosidad y porque es una información básica para no ejercer de funcionaria que ficha a una hora y sale de su centro de trabajo sin saber qué se respira tras el edificio. Creo que es fundamental además, cuando estamos trabajando directamente con un sector de esa población que en esos año se está forjando. La clientela de este bar es marroquí y rumana y algunos vejetes del pueblo. Te sientas allí y lo que menos escuchas hablar es español. Me podría ir a  la cafetería de la acera de enfrente, pero allí solo da la sombra y el camarero no es Alfonso.

Hace un par de años o tres (no recuerdo bien), en una de esas salidas, mientras buscaba el tabaco en el bolso, un marroquí que estaba sentado en la mesa de junto me birló el móvil que tenía en la mesa, y junto con su acompañante se dieron a la fuga en un abrir y cerrar de ojos. ¡Mi primer smartphone! ¡Qué putada! Puse la denuncia, me volví al centro y difundí que un marroquí me había robado el móvil. No iba a evitar la evidente nacionalidad del individuo, sería absurdo y ridículo. Y misteriosamente mi móvil apareció al día siguiente tirado en un rincón de un pasillo. De auténtico milagro fue calificado.

Evidentemente, alguno de mis alumnos se enteraría quién fue el compatriota que hizo tan mala práctica con su profesora, y al trueque o por el "hoy por ti y mañana por mí", recuperó el aparato. Por lo mismo que he sido la única profesora del centro que en su historia fue invitada a una boda gitana, y por supuesto allí estaba yo con un atuendo agitanado, eso sí, sin atreverme con el Yeli y yeli.

Después de tantas experiencias, yo me otorgo la capacidad y ejerzo la necesidad y responsabilidad de decir algo sobre lo que está pasando, y lo decía ayer, para esto y para saber algo más de las cosas que me gustan tengo yo un blog, ajena a las redes sociales donde no es posible el diálogo (para qué) y al límite de caracteres,  el soliloquio que me traigo pensando en voz alta cuando clico en "publicar" es menos estresante y me satisface más.


En estos dos días laborales me he encontrado a unos jóvenes ávidos de hablar sobre lo que ha pasado en París, y en todos he dedicado unos buenos minutos a escuchar a estos adolescentes que transmiten preocupación, confusión, incomprensión, miedo de cara al viaje de fin de curso a Londres. Andando por el filo de la dialéctica, todos se han ido pronunciando con el máximo respeto hacia la religión de sus compañeros marroquíes, y nadie, ni ellos ni yo, nos hemos atrevido a solicitar sus intervenciones ni siquiera para la condena colectiva de lo crímenes. Tras este ejercicio, he salido de las aulas reconfortada por esos hombre y mujeres del mañana que, aun sin formar intelectualmente, practican el sentido común y el respeto, tanto para los que hablan como para los que callan.  ¿Por qué callan? Más adelante expresaré mi diagnóstico. Pero yo les he puesto una tarea a todos, porque quiero escuchar los soliloquios de todos: a modo de redacción para la evaluación de la asignatura, me tienen que presentar una reflexión sobre la violencia, de todo lo que me presenten, se elaborará un manifiesto que leeremos para todo el centro el día 4 del mes que viene con el liderazgo de la dirección que ha asumido la propuesta. Y ya veré lo que me encuentro.

¿Por qué estos adolescentes han callado? Porque no se ha producido la integración de la comunidad marroquí, ni aquí, ni en ningún lugar, por la sencilla razón de que hablan en otro código cultural que es su seña de identidad inherente. La identidad no es para con el territorio que sus padres dejaron atrás, como es el caso de tantos hijos de andaluces que emigraron hacia tantos países, por ejemplo, el sentimiento de identidad que todos necesitamos es para y por una religión que llevan por delante. Y ese código y esa seña de identidad es el Islam.

No, que no me venga nadie a convencerme de que somos culpables de este aislamiento. Somos culpables de otras cosas se vienen a sumar a este conglomerado que lo hace sumamente complejo. Pero la progresía que no es capaz de ver la realidad y torpemente e irresponsablemente se instala en el flowers happy, no quiere o no puede ver la realidad de las cosas y ponerle su nombre, que desde luego no es el simplista "venganza" ni "imperialismo capitalista". Otro chasco que me llevo. Manejan el discurso de la autoinculpación de nuestra sociedad por no haber integrado con justicia a todo esta población migrante de cultura islámica, queriendo hacer ver que estas comunidades se sienten discriminadas entre nosotros por nuestra culpa. Miren ustedes, ni yo ni nuestro sistema de valores, ni siquiera nuestro sistema económico y social injusto para con todos, es el sumo culpable de esta no integración.

Es esta cultura, la del islam, las que les impide integrarse en otro modelo. Y ese modelo, nuestro modelo, que estará cargado de contradicciones y de imperfecciones,  es a día de hoy el que más respeta a la condición humana y a los principios fundamentales de libertad y de igualdad.

Yo tengo una alumna desde hace cuatro años, la voy a llamar Fátima. Al ser un pueblo epicentro de una manifestación religiosa-folclórica que sale de estas fronteras y convivir en los meses de primavera con niñas que llevan al cuello colgado el medallón de su correspondiente hermandad local (que manda narices), es fácil que se sepa, o yo al menos no lo oculto, nuestra postura y opinión con respecto a estas tradiciones. Esta niña es ejemplar en su comportamiento, aplicada y responsable, pero ni yo ni ninguno de mis compañeros ha conseguido sentar a Fátima en una banca junto con otra niña que no sea marroquí. Y todos la respetamos. Un día se acercó a mí en un cambio de clase para decirme que cómo yo no creía en dios, que eso no podía ser, que yo era muy buena y que tenía que creer. Yo le di la laxa explicación de que en lo único que creía era en las personas, como en ella por ejemplo. Con movimientos bruscos de cabeza, negaba mi respuesta, y concluyó diciendo que entonces yo no era buena.

Ella quiso salvarme. Me dio esa oportunidad. Yo a esta niña, que también tuve a su hermana, el año pasado, tras cumplir los dieciséis años, cuando vino con el pañuelo en la cabeza, le regalé dos pañuelos de seda que me regalaron y que jamás usé porque no me gusta esa prenda. A quién mejor que a ella que quiso "echarme una mano". Pero con este gesto, con ningún gesto, yo sé que yo no soy válida en el mundo y la mente de esta niña. Lastimosamente es así. Y esos pañuelos simbolizan la cantidad de recursos económicos y humanos que hemos puesto todos al servicio de la inmersión lingüística, educativa, laboral, social. A mí no se me ocurriría cuestionar que Francia o Bélgica no han invertido más y mejor que España lo está haciendo. Y aun así, se podrían discutir los modelos. 

No les gusta como somos, como pensamos, como nos comportamos. Vemos cada día como en los patios de recreo se ennovian  ruman@s, polac@s, chin@s con los propios del lugar. Jamás hemos sido testigo de que brotara el amor en estos adolescentes con cualquiera que no comparta su cultura. Ni el amor, eso que decimos que lo puede todo.  No lo pueden ni siquiera experimentar,  porque el sentido de la vida es radicalmente opuesto. Occidente dejó en el medioevo  el sentido de la vida como valle de lágrimas y condescendencia al destino de cada individuo que guardaría para el paraíso la recompensa. Y llegaron términos como  "goce", "felicidad", "política", "división de poderes", "ciencia", "razón", "derechos del hombre", "justicia universal", que nos empujaron a vivir y a dejar vivir. Pero el islam sigue instalado en la existencia de la vida como tránsito hacia un mundo intangible fabricado por ellos mismos, para ellos mismos.

Estos jóvenes aguantan y aguantan en silencio las cosas que no les gustan en las bancas escolares de cada día: desde la ropa, los modales, el ocio, los currículos escolares (ya escribiré otra experiencia reciente), las películas y vídeos que les ponemos, la literatura y textos. Mientras, se reafirman en su identidad, fabricando en sus cabezas muros de contención para que no los contaminen.  


[...]

ELLA QUISO SALVARME DE LA LIBERTAD.





lunes, 4 de mayo de 2015

HISTORIA Y FÓRMULA DE UNA "FAENA"

Cuando a D. José Gómez Ortega "El Gallo", prodigio de faenas de capote y muleta, le presentaron a D. José Ortega y Gasset, preguntó que qué era "eze zeñó".

- Es filósofo -le contestó alguien.

-¿Filo qué? ¿Y ezo qué e? - inquirió el matador.

Ese alguien le explicaría que el filósofo era un hombre muy estudiado que se dedicaba a pensar para entender mejor las cosas de los humanos. Y el torero sentenció:

"HAY GENTE PA TÓ"


El torero y el filósofo

El Gallo desconocía que él mismo era un filósofo por esa sabiduría que da la tierra a la que Vicent Aleixandre definió como "la cultura que entra por la planta de los pies". Porque vino a dar una frase célebre y rotunda de la que echamos manos cuando sabemos de las ocupaciones extrañas y absurdas en las que se invierte tiempo y dedicación, pero que nunca están de más, incluso se agradecen. Como yo hago, por ejemplo, con esta información que recreo en esta entrada, para que yo misma pueda encajar perfectamente en el proverbio del gitano cordobés.



Pues resulta que se ha dado a conocer un estudio que han llevado a cabo dos lumbreras ingleses, también mu estudiaos (un "ella" y un "él), en el que dan a conocer la altura media que alcanza el semen en el acto de la eyaculación (en exterior, claro). Y el dato resulta ser de 30 cm con una velocidad media de 7 Km/h. ¡Vaya!

Para el experimento, estos científicos han contado con la participación de 1.000 varones que durante un año han estado midiendo la salpicadura más alta de cada masturbación (no creo que hayan ido los científicos metro en mano uno a uno).

Pero lo que quizás no sepan Ann McPherson y Aidan McFarlaine (supongo que él también habrá aportado sus propios registros al estudio) es que en este país se registra una salpicadura que hubiera alterado esa media. Y que aquí hay gente pa más. Porque una bloguera, Barna, de profesión física,  ha elaborado el gráfico para hallar la distancia y la velocidad de la salpicadura del célebre Cipote de Archidona. Aquí lo tienen.


Como se sabe, la villa malagueña de Archidona fue actualidad en 1971 por un suceso que ocurrió el 31 de octubre. Y como se ve aun hoy está presente.

La tarde de aquel día, una pareja de novios naturales de este pueblo, cuando aun había salas de cine en los pueblos, fue a ver una película musical de moda. No sé si a mediados o al final del metraje, si porque ésta resultaba muy aburrida o porque, al contrario, la excitación emanara de la pantalla, en cualquier caso, la "luz de lujuria" de la sala y la proximidad de los cuerpos desataron la pasión de estos enamorados. Y en ese lugar donde las parejas de antaño daban rienda suelta a sus escarceos,  la muchacha le hizo un apaño al novio, y de tal magnitud fue el arrojamiento, que alcanzó el pelo y el traje de dos espectadores dos filas más atrás de la pareja "protagonista".

Esta pareja fue juzgada por delito de escándalo público y la condena fue de un escarmiento ejemplar: Suspensión de cargo público (si lo ostentase) u oficio. 3.500 y 1.600 pesetas a las víctimas que alcanzaron las salpicaduras del novio por los desperfectos que causó en esa otra pareja que estaba atenta a la pantalla. Y más aun: la justicia del pueblo los sentenció al matrimonio inmediato.

Según Barna, si la pareja víctima estaba sentada dos filas más atrás, los distarían 2 metros (porque antes no se aprovechaba tanto el espacio en las salas). Y para alcanzar ese objetivo el hombre debería estar arrellanado y con el miembro a una inclinación de 60 grados. Este tiro parabólico lo traduce la física bloguera en las siguientes euaciones:






Concluye en sus cálculos matemáticos que, el semen eyaculado por el de Archidona habría alcanzado 1,5 m (muy superior a los 30 cm de media) y 19,4 km/h (también muy superior al valor medio de 7 Km/h).


D. Camilo José Cela también se vanaglorió de esta hazaña y así lo expresó en la misiva con la que respondió a la de su colega granadino Alfonso Canales en la que relataba los detalles de la aventura de Archidona y del proceso judicial.

¡Bendito sea Dios Todopoderoso, que nos permite la contemporaneidad con estos cipotes preconciliares y sus riadas y aun cataratas fluyentes! Amén. ¡Viva España! ¡Cuan grandes son los países en los que los carajos son procesados por causa de siniestro!


Y así, como hay gente pa tó, yo también voy a formar parte de este club con mi particular aportación a este suceso, y como mi curiosidad se encaminó hacia la película que se estuviera proyectando ese día en Archidona, un musical, dicen las crónicas, aquí va mi contribución. No es empírica ni filosófica, mera especulación, pero consultados los estrenos fílmicos musicales de ese año, yo me decanto por SIN UN ADIÓS. Y si esto hubiera sido así, sentencio que el erotismo de Raphael es sobre el que debería haber recaído el cargo de conciencia y la falta. 


¡ahh, ahh, ahh, ahh, ahH, aHH, AHH, AHH... AAAAY!

¡CULPABLE!

Y segura estoy, que si esto se difundiera, habría quien se lo hiciera con un metro o una regla en la otra mano... Porque...

PA TÓ PA TÓ HAY GENTE.



jueves, 16 de abril de 2015

DEL BESO Y DEL ARTE

Podrían ser la misma cosa, o al menos de la misma causa y naturaleza. Se corporeizan para comunicar lo que sale del deseo vitalista, sensitivo o sensual. Lo mismo que intercambian sensaciones, ensimisman emociones. Son realidades que surgieron de la mirada de la fantasía; sendos lenguajes son universales, estimulan, remueven, conmueven. 


EL BESO Y EL ARTE

Y cada uno ha tenido su Día. Uno generado por la popular estupidez humana, el otro por la admiración a las maravillas de unos cuantos. Se puede decir, por tanto, que ambas celebraciones vienen a dar con la expresión común de "por amor al arte".

La necedad de la mayoría de las causas que se celebran en los llamados DÍAS CONMEMORATIVOS,  ha suscitado en los últimos tiempos un calendario paralelo o alternativo al tradicional y secular santoral. Todos los días del año hay una enfermedad común o rara que difundir; un vicio que combatir, una virtud que propagar; colectivos profesionales que aplaudir, actos históricos que lamentar. 

Antes se felicitaba a los Antonios, Pepes, Juanes, etc, como a las Anas, Cármenes o Marías, en su onomástica. A los que contraían matrimonio o generaban descendencia, sacaban unas oposiciones o les tocaba el cupón. Las Pascuas y, por supuesto, los Días Propios o cumpleaños de la gente que forman parte de la agenda vital y particular de cada uno. Y para de contar. Pero en el día de hoy se ha instaurado la costumbre de felicitar por ser mujer, gay o lesbiana, niño o mayor, o amante o simpatizante de vete a saber qué porque seguro que tiene su Día. Y esta semana, sin ir más allá,  hemos tenido dos celebraciones, que yo, para salvar de la necedad a la primera, el DÍA DEL BESO, la hago coincidir con la segunda, el DÍA DEL ARTE, porque, al fin y al cabo,  "un beso, puede crear un mundo" (O. Paz) , y el arte ha creado muchos besos.

Ninguno de los dos Días están en el calendario oficial de los declarados por la ONU o la UNESCO, como la inmensa mayoría, sin embargo fueron reclamados en su día por entidades -en este caso dispares- y se van difundiendo. El del Beso con mayor fortuna, porque el 13 de abril se está convirtiendo en el día de la pamplina de dar besos a diestro y siniestro por parte de cocolit@s que, sin venir a cuento, te felicitan y estampan una sonoridad labial en la mejilla (no estaría mal que existiera también el Día de Mandar a Tomar por... saco). Y todo por una chorra de concurso que ganó una pareja de Tailandia que sufrió el calvario de estar besándose más de 46 horas previa inscripción en las bases que exigían que los participantes estuvieran casado. ¿Cómo se va a reconocer oficialmente esto, estamos locos?

Tampoco se reconoce el Día del Arte, este mucho más minoritario, pues tan solo una élite se hace eco de esta proclamación, pues fueron los miembros de la Asociación Internacional del Arte, quienes en 2012 levantaron la mano y dijeron que también querían un Día. (Los artistas son tan ineptos que, como se podrá ver en el enlace a su web oficial, confunden el día señalado. Porque el elegido por ellos mismos fue el 15 de abril y no el 15 de marzo, (que ni era primavera ni nada), como reza en el encabezamiento de la portada. Dios mío, Arte sí, surrealista...). El día en que nació el máximo exponente de las artes englobabas. El Hombre del Renacimiento. No. De todos los tiempos. El Genio indiscutible, sin parangón hasta la fecha. Porque, ¿qué hubiera sido este hombre ahora, en la era de la especialización? ¿Pintor, científico, filósofo, inventor, naturalista, urbanista...? ¿Qué de todo ello y más?

Este Día sí tiene fundamento. Da Vinci, hasta que nazca alguien de la misma estirpe, merecería el Día de la Genialidad. (Entonces, felicitaciones, las justas).

No me voy a extender en pormenores de  todo su infinito legado, pero sí dejar constancia del único invento que Leonardo diseñó y que se ha llevado a la práctica tal como lo había concebido el inventor. Porque, aunque, pensó y anunció la escafandra de buzo, el submarino, el carro de combate, el automóvil, la bicicleta, una máquina voladora, el puente giratorio, el paracaídas, el tornillo aéreo (que nunca existió porque una aeronave solo admite remaches, lo sé de buena tinta...), el cañón múltiple (la primera arma de destrucción masiva), el anemómetro...  todos ellos necesitaban de tiempo futuro y de otras mentes tecnológicas que los pusieran a funcionar con éxito. (Y me salto la Gioconda, la Última Cena, las Madonnas, la ingeniería urbanística, la anatomía, la botánica, etc, etc). Pero Da Vinci inventó un instrumento para cuya construcción se siguieron los bocetos e instrucciones del italiano. Y se puede tocar hoy en día . La viola organista. Un instrumento que nunca había llegado a fabricarse, pero el pianista polaco Slawormir Zubrycki se afanó con fe y lo consiguió después de emplear 5.000 horas en su construcción. Un instrumento que se toca como un piano pero suena a violonchelo por la rotación de las ruedas dentadas en las que frotan las cuerdas internas... Bueno, no sé, pero suena así.






Semana de 

Beso y Arte, 
del arte del beso (sin pamplinas) o de los besos  del arte (panaceas).

 Aquí, dejo solo unos cuántos, porque se seguirá celebrando. 


EL BESO. Théodore Géricault. Francia (1791 - 1824)




LOS AMANTES. Jan Svankmajer. Artista checo. 1934 - ?



Franz von Stuck. Pintor. Baviera, 1863 - 1928. EL BESO DE LA ESFINGE



EL BESO. Rodin. Escultor. Francia, 1840 - 1917.


LOS AMANTES. Dante Gabriel Rossetti: poeta, pintor, ilustrador. Inglaterra, 1828 - 1882.




LOS AMANATES. René Magritte, pintor belga. 1898 - 1967




Elizabeth Taylor y Richard Burton. CLEOPATRA (1963)




 Sophia Loren, Marcello Mastroianni. UNA JORNADA PARTICULAR (1977)



  1.  James Stewrt, Donna Reed. QUÉ BELLO ES VIVIR (1946)



Burt Lancaster, Deborah Kerr. DE AQUÍ A LA ETERNIDAD (1953)


También besos-arte-besos de Galeano.
Los que te has llevado estos días y nos dejas para siempre.




Y para la pareja del concurso, 

ÉRASE UNA VEZ... 

UN DÍA, CUALQUIER DÍA...



¿A QUE SUENA A BSO?




viernes, 20 de marzo de 2015

A LA ALTURA DEL BESO


Decía en mi anterior entrada que de Venezuela estamos conociendo muchas cosas en este tiempo en el que siguen fecundando las teorías que anuncian "que viene el lobo", que alimentan las mordidas de los verdaderos  lobos por miedo a los cambios. La mayoría ya somos maduros y sabemos discernir para poner a las cosas en su sitio y algo que nos une muy mayoritariamente es que los regímenes nos espantan.

En Europa también tenemos ahora nuestro régimen impuesto por los alemanes que castigan las deudas y las irresponsabilidades del resto de países en un modelo económico y social totalmente asimétrico para proteger su sistema financiero y empresarial a beneficio de su propio espacio vital.

Pero por encima del régimen amenaza de Venezuela y el régimen de comparsas donde Alemania lleva la batuta, está la Música y el espíritu democrático que se fusionan en la Orquesta Filarmónica de Berlín a la hora de elegir a su director. Espíritu que está presente desde su fundación (1882), desligada de subvenciones monárquicas o estatales.  Los músicos que la gestaron decidieron arreglárselas por su cuenta y si querían llenar y ganar debían tocar con excelencia. Y para eso sabían que necesitaban al mejor director. De esta forma, en la Filarmónica de Berlín es en la única del mundo en la que sus músicos, de manera totalmente autónoma, mandan para elegir al/la que gozará de la máxima autoridad, convencidos de la idea de que una orquesta se construye desde abajo y arriba tiene que llevar la batuta el mejor. 

Ajenos a todo lo que no sea Música,  los instrumentalistas de Berlín, como en un cónclave vaticano, elegirán al que consideren mejor. Será el mejor. Nada más hay que ver la última terna: Karajan, Abbado, Rattle, todos compartieron la idea colegiada de la música, autor-director-intérpretes, para hacerla lo más grande posible.

Uno de los favoritos en esta elección es el venezolano Gustavo Dudamel (actual director de la Filarmónica de los Ángeles y la Simón Bolívar de su país). Su nombre suena ligado a juventud, liderazgo y brillante experiencia musical con una enorme proyección social, a su genio rítmico y encanto personal. 

¿No debería tenerse en cuenta este modelo en otros ámbitos? Da réditos para la colectividad y las individualidades. 

Después de escribir esto, me da vergüenza contar las miserias de la elección del último director de la ROSS (Real Orquesta Sinfónica de Sevilla) el año pasado. Los músicos se llegaron a poner en huelga para que los responsables políticos que gobiernan las administraciones que los subvencionan los escucharan, porque ya era insostenible la ausencia de comunión entre el director y los músicos. Fueron los responsables públicos del Ministerio, la Junta y el Ayuntamiento los que se reunieron y acordaron una decisión salomónica. Ante la falta de consenso y acuerdos de unos y otros, se optó por el guiso de la bicefalia, manteniendo al hasta entonces director, el madrileño Pedro Halffer como director del Maestranza y renovando a éste en la batuta con el americano John Axelrod. Y por encima una gerente que era el verdadero meollo de la cuestión. Una salida política para el Teatro,  la Sinfónica y los políticos.

¿De qué régimen hablamos?

Yo, hoy,  despido este invierno y  alcanzo esta primavera con la sangre alterada por la música y el espíritu democrático. Porque la primavera es más que cantos  de sirenas, colores o sonidos de la Naturaleza y versos particulares que la canten.  La Música es el arte más democrático: son partituras escritas e interpretadas por los Hombres que se necesitan, escuchada por una inmensidad que la necesita. Como todos necesitamos de la estaciónn primera para días primaverales en la vida.

¿Estarán valorando los músicos alemanes el placer de tocar congas, mambos, danzones, tangos de la latinidad americana también, tras la experiencia de haber probado el ron Cacique con Dudamel en Berlín? No estaría mal, pero ojalá en todas las elecciones yo estuviera tan convencida y confiada de que se elegirá al mejor.


Besad, besad y bailad a ritmo de danzón del compositor mexicano Arturo Márquez  en Berlín a la altura de la Música y de la Primavera, de la batuta de Dudamel y del público berlinés.


miércoles, 18 de marzo de 2015

MI VENEZUELA QUERIDA...

Si con la crisis nos matriculamos en másteres de economía local y mundial y hemos aprendido lecciones que ¿cómo habíamos vivido antes sin saberlas?, ahora lo que toca es saber sobre ese país, hasta hace poco hermano: Venezuela.

Yo sabía de este país americano bien poco. Sí, ahí estaba Bolívar que se independizó de la metrópolis y haciendo memoria, aquella novela realista que leí hace muuuucho tiempo de Rómulo Gallegos, Doña Bárbara, personaje que simbolizaba la Venezuela corrupta, atrasada, salvaje que representaba el régimen del caudillo de entonces. Playas de ensueño, petroleo, culebrones, el caracazo y ya algo más reciente,  la era chavista a la que le echará la pata la era Maduro, porque este país y su gobierno lo tenemos en la sopa de cada día gracias a la prensa correligionaria española, y ¿quién no nombra a Venezuela al menos una vez al día?


Por los medios y sus líderes impotentes sabemos que Venezuela es el segundo país más peligroso del mundo (yo creía que Irak, Irán, Siria...); que este país está en recesión (también), que está perdiendo mucho con el petróleo barato, que tienen que acudir a China para pedir préstamos, que han subido los peajes, que ha cerrado una heladería (la más famosa del país, sí, pero vamos, que aparezca esto en El País cuando no hay un triste helado que echarse a la boca en tantos países asfixiados por la calor...), que están faltos de libertades y derechos y sobrados de injusticias; en fín, que todos los dramas venezolanos ya los conocemos. 

En el bar, en el trabajo, a todas horas, Venezuela. Hoy, alguien que no sabía ni que la capital del país era Caracas ni dónde estaba Venezuela en el mapa, intentaba persuadirme para evitar a Podemos y  las cartillas de racionamiento que  tendremos que administrar por la nómina o la pensión si estos chavales ganan. 

- Pues mira, no busques la paja en el ojo ajeno y échale un vistazo a la viga que tienes delante y encima, que a la cartilla que tenemos ahora ya no le quedan tiques.

Así las cosas, por si llegan a nuestras carnes las Siete Plagas de Podemos, yo me estoy familiarizando con la cultura de la República Bolivariana y aquí dejo un bello canto llanero.

"El gabán y la gabana",  tema con el que su compositor e intérprete,  Héctor Hernández, se proyecta como cantante en el universo de la música folclórica venezolana. Esta es la versión que hace La Coral Nacional Simón Bolívar y que dejó boquiabiertos a los mismísimos austriacos, cuyas heladerías están garantizadas. 






¡Qué chévere...!