martes, 19 de julio de 2016

SICILIA, LA CUNA DEL TEMPLO DE CATORCE COLUMNAS: EL SONETO

Se asegura que Sicilia tiene el honor de mostrar la mejor colección de templos griegos levantados durante la época de dominio heleno que situó a la isla como cabeza de cultura y comercio en el Mediterráneo. El legado se rastrea por todas las que fueron grandes ciudades-estados y así, desde Segesta, Selinunte, Taormina, Siracusa hasta El Valle de los Templos de Agrigento se recorre la ruta de los templos mejores conservados cuya arquitectura siempre se identifican con el dominio del orden dórico. 


Segesta. Templo dórico (h.426 a.c)

Agrigento. Valle de los Templos.

Pero no son estos templos los protagonistas de esta entrada, lo es ese templo de la poesía cuyo origen está en Sicilia y en el dialecto siciliano, que pasa a la península itálica y se propaga durante el Renacimiento dejando un reguero de cimas poéticas con autores de todas las épocas de la literatura en las lenguas de cultura occidentales.  Me refiero al SONETO, a esa composición lírica que el poeta Rubén Darío definió como 


TEMPLO DE CATORCE COLUMNAS.

Sólo por la metáfora se puede abarcar el significado total de algunas cosas, y esta de Darío para el soneto es el continente perfecto para definir a una composición poética que tiene una absoluta vocación arquitectónica ceñida al virtuosismo formal de la palabra, a la concisión significativa y a la intensidad emocional. Verdaderamente, el nicaragüense lo clavó y no hay mejor definición que esta para el soneto.  


La creación del soneto se le atribuye  al siciliano Giacomo da Lentini desde que Dante Alighieri lo recogiera en su Canto XXIV del Purgatorio. Muy poco se sabe de Da Lentini excepto que habitaba en Sicilia y que se ganaba la vida como notario en la corte del Sacro Emperador Germánico Federico II. Da Lentini descubre el soneto adaptando al dialecto siciliano la poesía cortesana provenzal y encuentra la musicalidad mayúscula de la poesía por la distribución de los acentos en los endecasílabos y la distribución de las rimas consonantes.Tal importancia y repercusión tendría esta composición poética que con él nace la "Escuela siciliana", precursora del Dolce stil nuovo que dejará obsoleto al estilo trovadoresco. Da Lentini eleva el dialecto siciliano a lengua de cultura, lo que supone el inicio de una lírica en vernácula italiana con una métrica novedosa y una variante a la temática amorosa provenzal por el tratamiento que se le da al amor y a la mujer: la elevación de la relación platónica con una amor idealizado sobre la erótica, divina y sumisa relación de los trovadores con las damas cortesanas. 

La expresión "dolce stil novo" también procede de la Divina comedia de Dante y llegará a su cumbre con el Canzoniere de Petrarca, poeta que revela que el soneto es la estructura que mejor se adecua a la expresión del sentimiento amoroso por esa redondez lírica-narrativa, precisa y sentimental y dará nombre a la poderosa corriente lírica renacentista, el Petrarquismo

No se conservan sonetos de Da Lentini, pero curiosamente sí nos ha llegado un soneto de la primera mujer que lo cultivó, y también es siciliana. 

Se la conoce como Nina Siciliana o Niña de Sicilia. Una mujer que desde su descubrimiento se considera hoy una leyenda por ser la primera en escribir en soneto siguiendo la escuela creada por el paisano isleño de escribir poesía culta en el "vulgar" siciliano y porque la acompaña una historia de amor al nivel de Dante y Beatriz, Petrarca y Laura o Garcilaso de la Vega  e Isabel.  Se ubica en el tránsito de los siglos XIII y XIV y de ella se conserva un soneto que fue publicado por Giunti en Florencia en 1527 en la colección, "Sonetti e canzoni di diversi antichi autori toscani".

¿Pero, por qué se incluyó a la siciliana en una antología de poetas toscanos del siglo XVI? 

Un poeta toscano, Dante da Maiano, viaja a Sicilia seducido por la nueva escuela lírica que inaugura Da Lentini, y allí conoce a una joven a la que a su regreso a la península le escribe y envía un soneto. A partir de ese momento inician una relación amorosa platónica alimentada por la distancia y por la elaboración de la forma de la correspondencia que intercambiaban, en soneto siciliano se escribían mutuamente. Cuando el compilador florentino accede a los sonetos de Da Maiano encuentra uno que firma Nina Siciliana, y lo publica entre los de los poetas toscanos. Posteriormente se rastrea entre los sonetos del poeta y se reconstruye esta relación "sonetista" entre conjeturas y referencias.


Una hipótesis contextualizada de Nina Siciliana

Soneto va a la Toscana, soneto iba a Sicilia, sobre el estrecho de Mesina recorrerían los poemas del uno y de la otra la primera ruta de una relación platónica donde una mujer participaba no como objeto sino como sujeto de un vínculo amatorio tan lírico como entretenido, que pasaría por momentos de alejamiento como atestigua el soneto conservado titulado "Lamento d'amore tradito". 


 Cuitada yo, que amaba a un alcotán,
lo amaba tanto yo que me moría,
a mi reclamo bien que era galán
aunque poco le daba en cortesía.

Ahora remonta rosa y altanero
mucho más alto de lo que solía,
y en un vergel reposa traicionero,
y otra dama lo guarda en tiranía.

Ay mi alcotán, y yo que te nutría
y campanita de oro te ponía
porque hubieras audacia en cada vuelo.

Y ahora te me has alzado como el mar
y has roto el lazo de la cacería,
tú, que eras tan leal a mi señuelo.


No se sabe si fue el último adiós o el poeta toscano corrió  a componer la respuesta en endecasílabos heroicos que alzara el vuelo de la relación. Sea lo que fuere, el caso es que hoy en día esta siciliana es considerada como la primera mujer que escribió un soneto. 


No voy a dilatar la entrada con la enorme estela de poetas que han cultivado este género, la lista sería enorme y en castellano se encuentran verdaderos templos consagrados a la Poesía, dignos de ser venerados con devoción al virtuosismo formal, significativo y emocional, aunque sí me voy a detener en otro tipo de soneto, el de partitura que adapta la musicalidad de los endecasílabos a notas para piano.



La sombra y la luz de Petrarca fue tan larga que tres de sus sonetos inspiraron sendas piezas musicales al creador de los poemas sinfónicos, Franz Liszt. Compezó a componerlos en 1830 pero no fue hasta 1846 cuando se publicó la primera versión. 

Sonatas, desde el Barroco no se han dejado de componer, pero los sonidos de los sonetos de Petrarca en pentagrama los creó Liszt tras uno de sus viajes a Italia. Se incluyen en la segunda suite para piano de Los Années de Pelerinage. En la versión para el canto, Liszt, compositor de vida novelesca y personalidad romántica y enamoradiza, dispone que el cantante que interprete estos sonetos no solo tiene que meterse en el papel del enamorado, sino que es conveniente que él mismo esté enamorado para transmitir la esencia de la obra, para que el oyente perciba la dialéctica gozo-dolor que representa el amor ideal. Cita textualmente: 

“…para expresar el sentimiento que traté de inspirar en la partitura de los Sonetos necesitaría de un cantante-poeta, enamorado de un amor ideal… rarae aves in terris”.

Dejo la versión cantada del soneto 104, Pace non trovo, porque, enamorado de un amor ideal o real o de ambos a la vez, Luciano Pavarotti hace honor a las exigencias de Franz Litz, con el mismo nivel que Da Lentini y Nina Siciliana cumplen los requerimientos para constar en estas entradas de Rodmania a la Sicilia:...rarae aves in terris.







Pace non trovo, e non ho da far guerra;                           No tengo paz ni puedo hacer la guerra;
E temo e spero, ed ardo e son un ghiaccio;                      temo y espero, y del ardor al hielo paso,
E volo sopra ´l cielo e giaccio in terra;                              y vuelo para el cielo, bajo a la tierra,
E nullo stringo, e tutto il mondo abbraccio;                       nada aprieto, y a todo el mundo abrazo.

Tal m´ha in prigion, che non m´apre, ne serra;                  Prisión que no se cierra ni des-cierra,
Ne per suo mi riten, ne scoglie il laccio;                            no me detiene ni suelta el duro lazo;
E non m´ancide Amor, e non mi sferra;                            entre libre y sumisa el alma errante,
Ne mi vuol vivo, ne mi trae d´impaccio.                           no es vivo ni muerto el cuerpo lacio.

Veggio senz´occhi, e non ho lingue e grido;                      Veo sin ojos, grito en vano;
E bramo di perir, e cheggio aita;                                       sueño morir y ayuda imploro;
Ed ho in odio me stesso, ed amo altrui;                             a mí me odio y a otros después amo.

Pascomi di dolor, piangendo rido;                                    Me alimenta el dolor y llorando reí;
Equalmente mi spiace morte e vita,                                   la muerte y la vida al fin deploro:
In questo stato son, Donna, per vui.                                 en este estado estoy, mujer, por tí.


5 comentarios:

  1. Me parece que la traducción es la que publiqué en mi blog, que traduje porque no encontraba la de Sánchez Mazas. Aunque borré mi blog hay detalles como la de la " cortesía", que es un término certero, y otros a los que di muchas vueltas. Si es asi, me gustaría que me lo aclarara. Atentamente. Blanca Andreu

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  2. Termino de cetrería que me tomé el trabajo de buscar. Conforme leo la traducción estoy más segura de que es la que hice.

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  3. Esta aclaración viene a cuento de la errata " certero" por " cetrero "

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