I.
INTRODUCCIÓN
Cuando
a principios del siglo XX la lingüística se reorganiza y busca nuevos caminos
para definir a la "palabra", encuentra que con los nuevos conceptos
que ha de manejar no hay lugar para la palabra tal y como intuitivamente la
entendemos (unidades aisladas): debía encontrar una unidad que englobase tanto
a "mesa redonda" como a "azul", "siempre",
"que", "Miguel", "ay", "libro" y
"librería", y, que además, incluyera en ese grupo a elementos tales
como hetero- , —cardia, tele-, pro-,—mitir (heterosexual, taquicardia,
teleférico, prometer, dimitir), etc. La solución es estudiar las unidades de la
palabra y sus relaciones.
Así,
el término "palabra" (del latín parabola) expresa
uno de los elementos más imprescindibles en cualquier lenguaje; se trata
de un fragmento funcional de una expresión, delimitado por
pausas y acentos.
La
MORFOLOGÍA es la parte de la Lingüística que estudia la estructura interna de
las palabras para delimitar, definir y clasificar sus unidades, las clases de
palabras a las que dan lugar y la formación de palabras nuevas.
A
partir del léxico heredado y del léxico adquirido, a través de distintos
procedimientos morfológicos, el idioma español se ha ido enriqueciendo creando
palabras nuevas. Estos procedimientos son: la derivación, la composición,
la parasíntesis, la acronimia y el acortamiento.
Los
dos primeros (derivación y composición) son los recursos más empleados en la
formación de palabras en español. El tercero, la parasíntesis, es una combinación
de los anteriores. Estos tres procedimientos dan lugar a las llamadas familias
léxicas, concepto que designa a todas las palabras que tienen un mismo lexema
(casa, casita, casero, caserío..).
Antes
de analizar estos procedimientos, recordaremos el concepto de flexión, para
evitar confusiones con los mecanismos de formación de palabras ya citados.
La
flexión es la alteración que experimentan las palabras mediante morfemas
constituyentes o gramaticales. La flexión implica cambios en las palabras sin
que estas varíen su significado léxico o su categoría gramatical. El género y
el número de los sustantivos y adjetivos, el tiempo, el modo, el número, el
aspecto y la persona de los verbos o el grado de los adjetivos y adverbios, se
obtienen por flexión. Estos morfemas no aportan significado léxico, sino
gramatical. Las palabras que admiten flexión son las llamadas PALABRAS VARIABLES.
- El sustantivo: de número y de género:
hermano, hermana, hermanos, hermanas; mesa, mesas.
- El adjetivo tiene morfema de género,
número y grado: blanco, blanca, blancos, blancas, blanquísimo.
- El verbo admite una gran variedad
de morfemas (tiempo, aspecto, persona, número, modo...), condensados en las
desinencias (o en las formas auxiliares de las perífrasis verbales): canto,
cantabais, cantarán, habían cantado, se puso a cantar.
-
Determinante.
Clase de palabras que concreta el significado de los nombres presentándolos
(artículos), indicando cantidad (numerales), etc. Por ejemplo: tres,
mi, tu, los, unas, etc. son determinantes.
-
Pronombre. Clase
de palabras que sirve para indicar o señalar a las personas u objetos sin
nombrarlos directamente. Por ejemplo: él, ellos, yo, tú, vosotros, etc.
Invariables.
LAS PALABRAS INVARIABLES son aquellas que no
admiten flexión.
- El adverbio, aunque a veces admite la
flexión de grado: lej-ísimos, cer- quísima...
-
Preposición.
Son preposiciones en castellano de, en, a, para, por, etc.
-
Conjunción.
Palabras invariables que sirven para unir palabras o grupos de palabras que
tienen la misma función gramatical. Son conjunciones pero, y, aunque,
porque, puesto que…
- Las interjecciones. Morfológicamente son invariables y sueles ir entre signos de exclamación. Semánticamente expresa sentimientos muy vivos (asombro, alegría, admiración, saludo o bienvenida, alarma, asco, ...). ¡Oh!, ¡Ay!, ¡Guay!, ¡Ha!, ¡Eh!...
- Las interjecciones. Morfológicamente son invariables y sueles ir entre signos de exclamación. Semánticamente expresa sentimientos muy vivos (asombro, alegría, admiración, saludo o bienvenida, alarma, asco, ...). ¡Oh!, ¡Ay!, ¡Guay!, ¡Ha!, ¡Eh!...
2.
PROCEDIMIENTOS DE FORMACIÓN DE PALABRAS
2.1.
LA DERIVACIÓN
La
derivación se distingue de la flexión en que en el primer caso, los morfemas no añaden un valor simplemente
gramatical, sino que los prefijos o sufijos derivativos comportan cambios
semánticos referenciales y no puramente gramaticales.
La derivación es un
procedimiento mediante el cual podemos crear nuevas palabras uniendo al lexema
un morfema facultativo (también llamado, por ello, derivativo). Los morfemas
derivativos pueden ser de tres tipos:
- Prefijos, situados delante del lexema: precocinado; recubrir...
-
Sufijos,
colocados tras el lexema: cocinero, cubrimiento... Pueden ser:
- Sufijos apreciativos. Incorporan una valoración
personal al valor expresado por el lexema. Este tipo de sufijos no altera la
categoría gramatical del lexema base: abuelo / abuelete.
- Sufijos no apreciativos. Alteran el significado de
la base léxica y con frecuencia también producen un trasvase de categorías:
nación / nacional/nacionalismo / nacionalista. De este modo, los sufijos no
apreciativos pueden cambiar la categoría gramatical de la palabra base para
nominalizar, adjetivar, verbalizar o adverbializar.
-
Infijos. O
interfijos, son unos elementos átonos sin función gramatical ni valor
significativo; sirven de enlace entre la base léxica y, fundamentalmente,
algunos sufijos. En algunas ocasiones actúan sólo como elementos antihiáticos,
o sirven de ayuda para una más fácil pronunciación de los derivados. Ej.:
cafe-c-ito, pan-ec-illo, carni-c-ero, pan-ad-ero, espald-ar-azo, hum-ar-eda.
2.2.
LA COMPOSICIÓN
La composición supone la
unión de dos o más lexemas para formar una nueva palabra: catalejos,
parabrisas... También se consideran palabras compuestas las formadas por
dos morfemas independientes: aunque, porque..., así como los grupos de palabras
que forman una única expresión.
Por
otra parte, diferenciamos cuatro tipos de composición, según el grado de unión
de las palabras:
-
Sinapsia:
Consiste en la unión de dos sustantivos mediante una preposición: se trata del
procedimiento habitual de complementación del nombre, solo que en los casos en
que se ha producido una cierta lexicalización del compuesto: silla de
rueda, letra de cambio, betún de Judea, conejillo de Indias, traje de luces,
traje de noche, olla a presión, Reloj de arena ... A
veces es difícil saber si se ha lexicalizado. Para que así sea, el orden de los
elementos (determinado + determinante) y el significado tienen que ser el
mismo, es decir, único y constante.
-
Disyunción:
Se dan los procedimientos sintácticos de la aposición o de la complementación
directa mediante un adjetivo. La lexicalización del compuesto parece superior a
la de la sinapsia, pero aún no se han soldado gráficamente en la escritura los
dos términos.. Ej. cama nido, guerra civil, pájaro carpintero,
cuento chino, opinión pública, Guerra Civil, cartón piedra
-
Contraposición:
Representa un grado más elevado de unión gráfica que la disyunción, pues los
dos elementos que participan en ella se escriben unidos por un guión..
Ejemplos: franco-prusiano, falda-pantalón
-
Yuxtaposición:
Consiste en la fusión gráfica total de los elementos participantes en el
compuesto, así como su lexicalización. Ej: , paraguas, correveidile, tiovivo,
santiamén. La composición puede combinar categorías gramaticales como:
Madreselva (N+N); aguafuerte (N+A); boquiabierto (N+i+A); bajamar (A+N);
agridulce (A+A); duermevela (V+V); mandamás (V+ADV); aparcacoches (V+N);
malherido (ADV+A); menospreciar (ADV+V)
* ATENCIÓN: ACENTUACIÓN DE LAS
PALABRAS COMPUESTAS.
a) So1o lleva tilde la última palabra si le
corresponde llevarla según las reglas generales: Ej.: baloncesto, ciempiés,
decimoséptimo.
b) Si los vocablos están separados con
guión, se conserva la tilde en los dos si la llevan por separado: Ej.:
físico-químico
2.3.
LA PARASÍNTESIS
Se trata de un
procedimiento de creación de palabras mediante la adición a un lexema de, al
menos, otros dos componentes. Existen dos tipos de palabras parasintéticas:
a. Parasíntesis por composición (lexema+lexema+sufijo).
Consiste en la unión de composición y derivación en
un mismo término: sietemesino, altisonancia... En un sentido estricto, sólo son
parasintéticas si las correspondientes derivada o compuesta no existiesen de
forma independiente: así, sietemesino es parasintética porque no existen ni
*sietemés ni *mesino. En cambio, paracaidista no sería parasintética, porque
la correspondiente compuesta (paracaídas) sí existe. Así, paracaidista sería,
sencillamente, la derivada de una compuesta.
b. Parasíntesis por derivación
prefijo+lexema+sufijo).
También hablamos de parasíntesis cuando se crea una
palabra mediante la adición simultánea a un lexema de un prefijo y un sufijo,
siempre que las correspondientes derivadas previas no existan (de existir, se
trataría-simplemente- de palabras doblemente derivadas): desalmado (no existen
los derivados *almado o * desalma), aniñado, enterrar, atontado, etc.
La
acronimia es el procedimiento
por el que creamos palabras a partir de las letras o de las sílabas iniciales
de otras palabras.
Existen
dos tipos de acrónimos:
a) Aquellas
palabras formadas a partir de distintas iniciales que leemos sin recurrir a
deletrearlas:
Renfe, Ave, láser, radar, INRI, sida, PIB…, al perderse el significado de la
sigla, esta llega a lexicalizarse, hasta tal punto que puede escribirse como
una palabra (ej.: ovni, radar, talgo, láser). Incluso, en algunos casos,
permite formar nuevas creaciones derivadas (ej.: etarra, pepero, sociata).
b) Acrónimos
que fusionan o combinan parte de dos palabras: emoticono, informática.
2.5.
LAS SIGLAS.
Estas abreviaturas se
refieren a los nombres propios, se trata de una reducción gráfica y fonética de
varias palabras.
Implican la necesidad de deletrear el conjunto (pueden escribirse separadas
por puntos): Ej.: UE, EEUU, IES, AMPA, DGT, TVE, DNI...
2.6.
EL ACORTAMIENTO
El acortamiento consiste en
reducir una palabra mediante la pérdida de alguna de sus letras o sílabas: cine (cinematógrafo), moto
(motocicleta), profe (profesora). Con frecuencia, se trata de un recurso
propio del registro coloquial. En algunas ocasiones, sin embargo, la palabra
acortada desplaza a la completa, de manera que se amplía su uso también al
registro formal (tal es el caso, por ejemplo, de cine).
Podemos
distinguir tres tipos de acortamiento:
a) Por aféresis: Pérdida al principio de la palabra.
psicología> sicología
b) Por síncopa: Pérdida en el interior de la palabra,
Natividad> Navidad
c) Por apócope: Pérdida al final de la
palabra. grande> gran, profesora>profe; compañero>compi…
2.7.
LAS EXPRESIONES FRASEOLÓGICAS
Las
lenguas poseen un gran número de expresiones fijas, denominadas modismos,
frases hechas, lexías complejas o locuciones. Es conveniente conocerlas para enriquecer
nuestro vocabulario. Las encontramos cuando se combinan varias palabras que
funcionan como oración o elemento oracional, y cuyo sentido no se corresponde
con la suma de sus significados: de tomo y lomo, echar leña al fuego,
con el corazón en la mano, Irse por los cerros de Ubeda.
Así,
en frases como Me he metido en la boca del lobo o Mi
empresa va viento en popa no se deben entender en un sentido literal,
sino que adquieren un significado específico asociadas a otras, en este caso
concreto, los de “exponerse sin necesidad a un peligro' y 'prosperar'.En
muchas ocasiones se hace necesaria la ayuda del contexto comunicativo para
poder interpretar su significado.
Podemos
establecer dos tipos fundamentales de locuciones:
a) Lexías complejas. Se trata de varias
palabras que, a pesar de escribirse separadas, forman un grupo fónico
sólido: de manera que, por el contrario, mesa camilla... La
composición por sinapsia o disyunción pertenecen a este grupo de lexías
complejas.
b) Lexías textuales. Se originan por la
lexicalización de una oración; es el caso de las llamadas «frases hechas»,
refranes, etc: No hay mal que por bien no venga; A buenas horas, mangas
verdes. Las lexías textuales se pueden originar por diversos motivos:
- Expresiones fácilmente deducibles por su sentido
literal:
Has puesto el dedo en la llaga; Lo pasamos de miedo.
- Frases hechas que necesitan de la situación
comunicativa para
ser interpretadas correctamente: Tiene muchos pájaros en la cabeza;
Cumple las normas a rajatabla.
- Construcciones que exigen determinados
conocimientos tanto lingüísticos como culturales: No hay moros en la
costa; Tiene tela marinera; Han convertido la investigación en una caza de
brujas, cabeza de turco...
- Los refranes. Desde hace siglos expresan el saber
popular de modo conciso: De tal palo, tal astilla; Quien mal anda mal
acaba.
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